Conforme crecemos, nuestras necesidades de nutrición se vuelven cada vez más estrictas y debemos modificar nuestros hábitos alimenticios.

Una buena alimentación es importante a cualquier edad, pero a partir de los 30 años es especialmente importante empezar a darle mayor atención para prevenir futuros padecimientos. No esperemos a que sea muy tarde.

Frecuentemente existe una deficiencia de vitamina B12 en adultos mayores, la cual es esencial para el mantenimiento de células sanguíneas y el buen funcionamiento cognitivo. Es importante consumir alimentos que contengan esta vitamina, la podemos encontrar en alimentos altos en proteína, te recomendamos las carnes bajas en grasa, huevos, soya y queso panela o cottage.

La presión alta suele incrementar con los años, para reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, debemos consumir más potasio y menos sodio. El potasio lo encontramos en ciertas frutas y verduras, tales como los plátanos, las papas y el brócoli.

Para reducir tu consumo de sodio, hay que utilizar menos sal, la cual puede llegar a ser muy dañina. Intenta reemplazarla con otras especies para darle más sabor a la comida.

Siempre recuerda tomar agua y procura limitar tu consumo de cafeína y alcohol, disminuyendo así el riesgo de deshidratación y teniendo un mejor rendimiento en general.